domingo, 14 de noviembre de 2010

Cuenta la leyenda que un día, medio de casualidad, MAR tocó en un bar de Buenos Aires. Allá por el día de ayer, los astros se conjugaron, maravillados por el esplendor de la calle Florida, entre shawarmas y hip hop dancers lograron reproducir un poco de la música que se contiene bajo sus ya viejas camperas de cuero.

A pesar de interrumpir a la gente que cómodamente quería seguir cenando y conversando tirandoles una energía violenta de música e ideas, nos acogieron de maravilla.

Hace tiempo que no se disfruta estar en un lugar donde a uno lo inviten a pasarla bien. Y aunque nadie jamás lea esto, muchas gracias a todos los que se pasaron ayer por Le Bar, gracias a los chicos de Le Bar que son unos divinos de la vida y sorry a todos uds por este post tan grasa y sentimentalote.