Ya hablamos un poco sobre el verano en pinamar. Hoy nos toca hacer memoria sobre el verano siguiente. Nuevamente el gato y la pantera aventurados hacia el mar. Esta vez lo más lejos que llegamos fue Uruguay.
Por alguna razón en esos viajes siempre hay una guitarra que lleva alguien y algún cajón peruano hecho en argentina. Llegamos a Cabo Polonio, rodo junto con Blin y Sofi primero en el Eladia Isabel y luego mil bondis. Agus el ràpido hasta montevideo y luego bondi. Los 4 compartimos una "choza". Así les dicen. Un lugar en el que no hay luz, no hay agua potable y para "tirar la cadena" tenés que salir al aire libre con un balde, arrojarlo a un pozo y esperar que vuelva con un poco de líquido viscoso que luego se llevará tu mierda. Toda una odisea para mi que vivo en la ciudad.
También se sucedió una cosa muy linda que fue que armamos una banda para tocar en el paradorsete de la puesta del sol, sofi cantaba, blin tocaba la guitarra, Agus tocaba otra guitarra y Rodo tocaba algo junto con Tommy que aparece ahora en la historia. La banda se llamó: "al fin y al cabo".
Nuevamente la actividad del día se resumía en tomar cerveza, y al mediodía dormir la siesta y alejarse del intenso sol para luego volver a la playa y seguir tomando cerveza hasta que se ponía el sol que era en si todo un entretenimiento. (no me gusta decir -mirá que espectáculo). Y ademàs tocaba "al fin y al cabo".
Obviamente Agus y yo no habíamos llevado ni linterna, ni bolsa de dormir ni nada que en realidad fuéramos a necesitar, así que volver a "casa" todas las noches era casi imposible y siempre terminabas en otra choza, o en un pozo, o haciendote garompa la rodilla contra algún cantero. Sino la otra era avanzar un paso cada vez que la luz (12 segundos de oscuridad) del faro pasaba por tu lugar.
Al tercer día el olor a lobo marino muerto ya era insoportable, no se podía ni dormir. Pero la aguantamos como duques y nos hicimos un poco hippies. Tanto que la Pantera compuso esta canción...